El verano es una época en la que nuestra piel se enfrenta a agentes agresivos como la sal del mar, el cloro de las piscinas o los filtros de las cremas solares. Además, para conseguir el ansiado moreno, la piel debe estar expuesta muchas más horas bajo el sol ante el peligro de los rayos ultravioletas.
El cuidado de la piel es una constante que se debe mantener durante todo el año, pero en verano, una higiene adecuada y unos cuidados previos en nuestro rostro serán clave para mantener nuestra piel saludable y lista para conseguir un bronceado sublime.
¿POR QUÉ DEBEMOS CUIDAR NUESTRA PIEL FACIAL PREVIAMENTE ANTES DE TOMAR EL SOL?
El bronceado es un proceso de autoprotección de la piel ante los rayos ultravioleta del sol. Una exposición prolongada al sol sin protección solar puede tener consecuencias graves para la piel como quemaduras solares, daño en las células de la piel e incluso causar cáncer de piel.
La cara es una de las zonas del cuerpo donde la piel es más sensible, requiriendo unos cuidados especiales y específicos: si nuestro objetivo es conseguir una tez bronceada durante el verano, tendremos que tener en cuenta las necesidades concretas de nuestra cara. A pesar de que existen pieles con diferentes sensibilidades, todas sufren los efectos de la exposición solar de una manera similar.
Para poder evitar cualquier daño causado por los rayos solares, tendremos que cuidar la higiene facial previamente a tomar el sol. Factores como la grasa segregada por las noches, las impurezas, las células muertas, y la aplicación constante de cremas solares pueden causar un moreno irregular y poco duradero. Siguiendo una rutina de higiene facial previa al bronceado, se puede lograr una piel fortalecida y lista para el verano.
